Krissi tiene miedo. ¿Por qué se meten siempre con él los matones?. Le acechan para atormentarle. ¿Y si me defiendo?, piensa Krissi. Pero no lo hace, huye. Y entonces, por fin, se habla en su clase de la violencia extendida por la escuela. Y no sólo se habla, sino que también se actúa.