“Escribir y leer son cosas extraordinarias, estupendas y maravillosas, siempre y cuando los libros no se conviertan en sustitutos de la inteligencia, la cultura y la ética, es decir, de la vida misma”. Juan Domingo Argüelles
Para el autor, no se puede obligar a nadie a amar la lectura. Tampoco se puede enseñar a las personas a gozar de la escritura. De hecho, hay muchas personas adultas alfabetizadas a quienes no les gusta leer libros, y hay otra que los leen sólo por las necesidades de la escuela y el trabajo. La pasión por leer y escribir puede, sin embargo, “contagiarse”. Esta es la tarea a la que nos invita Juan Domingo Argüelles, quien vuelve a cuestionar muchas de las ideas preconcebidas en torno a la letra impresa y propone estrategias para introducir a los niños, los adolescentes y los jóvenes en el mundo de la palabra. Asimismo, ofrece una defensa razonada y sin idealizaciones de ambas actividades.