La de Luis Alberto Gaitán, Lunga, fue una vida extraña y paradójica. Nacido en Guateque (Boyacá) en 1914, llegó a Bogotá en vísperas del crack del 29 y, por un azar de familia, empezó a trabajar en el estudio del cuñado Guillermo Castro. A principios de los años treinta conoció al líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, con quien carecía de parentesco, y se trabó entre ambos una amistad que duraría hasta el asesinato del caudillo en 1948. Lunga no solo fotografió en multitud de ocasiones a Gaitán -en fiestas privadas, eventos deportivos, mítines políticos, discusiones parlamentarias o juicios penales-, sino que cubrió a pie de calle el tormentoso y sangriento 9 de abril.