Martner sitúa a Salvador Allende en sus desafíos reales como conductor político, alejándose del mito y de las descalificaciones interesadas.
Su texto recorre la construcción de su proyecto de nacionalizaciones, socializaciones y redistribuciones económicas en democracia y de una coalición amplia para sostenerlo, así como también la magnitud y persistencia de la intervención norteamericana en su contra para impedir que llegara al gobierno y luego derrocarlo, la resistencia radical de los sectores oligárquicos y de la derecha tradicional a los cambios estructurales que promovía, y la opción de Frei y de la DC conservadora de sumarse a hacer fracasar su proyecto y provocar su caída mediante un golpe de Estado militar con apoyo civil.
El texto aborda también los desafíos económicos de las transformaciones estructurales que Allende emprendió y analiza las diferencias de perspectivas en la coalición de izquierda respecto al sentido de su proyecto y de las acciones para evitar la destrucción de la democracia en Chile. Sostiene que el quiebre de 1973 era evitable y que la huella de los cambios estructurales que promovió quedó marcada en la historia de Chile.
Con realismo y esperanza, este libro plantea la vigencia del pensamiento de izquierda para conducir sociedades, y su parte final reflexiona sobre un proyecto moderno de la izquierda 50 años después del fin de la Unidad Popular, en un momento donde la extrema derecha resurge a nivel global y la ofensiva ultraconservadora propone arrasar con logros igualitarios y libertarios.