En pocas ocasiones se escucha sobre mujeres piratas y las investigaciones sobre el tema resultan escasas. La historia masculina ha soterrado los nombres y hazañas de las marineras de todos los tiempos, tal vez porque la vieja asociación de las mujeres con el ambiente doméstico ha cegado los ojos de la historia a las ricas representaciones de forajidas, ajenas a la procreación y el cuidado familiar. Tal visión ha orillado a las mujeres piratas a permanecer mayoritariamente como figuras cuyos rasgos se extraen más de la imaginación que de las fuentes historiográficas.