Violencia invertida, cuando los hijos pegan a sus padres, muestra una investigación desde el ámbito de la antropología, sociología y psicología social que trata de explicar el fenómeno social de la violencia filioparental cada día en aumento en nuestra actual sociedad. La violencia en el seno familiar ejercido de padres a hijos es una práctica reconocida y normalizada en casi todas las culturas del planeta, si bien desde la dirección del infante es un nuevo escenario al que nos enfrentamos. Los análisis hasta ahora encontrados ponen de manifiesto la ausencia de valores que sufre la sociedad de nuestro tiempo o el deterioro de los mismos en el seno familiar. Descontrol, falta de autoridad, exceso de libertad en este microcontexto suelen ser reconocidos como causantes de tal violencia, cuando no las drogas u otras variables malditas. Este libro ofrece una lógica alternativa, pues pone de manifiesto causas estructurales en la organización de nuestra sociedad. Familias superreducidas, ausencia de figuras paternas y mediadoras de conflictos como hermanos, tíos, primos, vecinos, sacerdotes. Por otra parte tendemos a gestionar los conflictos a través de instituciones como la policía, jueces y sistema penitenciario. Las voces de los actores del drama -padres e hijos agresores- nos muestran esta ritualización de la escenografía social contemporánea. Nos encontramos, por tanto, ante una consecuencia de nuestro estilo de vida, añorando la lógica violenta de los que siempre han detentado la autoridad agresora: los padres. Un nuevo apunte pone en evidencia el texto, los hijos adoptivos tienen muchas más posibilidades de ejercer la violencia hacia sus nuevos padres que los biológicos? ¿dónde está su lógica?