En el año 2012, el profesor Moisés Wasserman empezó a escribir en el periódico el tiempo de Bogota una columna que, al menos en los papeles, era de divulgación científica. En la práctica, resultó ser eso y muchísimo más: no solo un lugar desde el cual presentar, en un lenguaje transparente y amigable, distintos avances de la ciencia, sino también una tribuna para lanzar toda clase de preguntas inquietantes: ¿Porqué es importante una formación científica básica para los ciudadanos de una democracia? ¿Cuál es el nexo entre las políticas gubernamentales y la investigación de punta?¿Debemos apoyar o rechazar la minería? ¿Vale la pena prestarle atención a los horóscopos?