Luego del éxito indiscutido de Huáscar, Carlos Tromben vuelve con una apuesta mayor: novelar el Chile de José Manuel Balmaceda y la guerra civil de 1891. Dueño de una pluma privilegiada y un manejo preciso de las fuentes referenciales, el autor ofrece el desarrollo de los hechos a partir de un puñado de personajes memorables que, de uno u otro bando, perfilan una época alborotada que derivó en uno de los pasajes más dramáticos de la historia nacional. “De los tres ninguno conocía la guerra”, anuncia el narrador de esta historia. “La habían oído de los oficiales más viejos. Habían crecido con los relatos de Tacna y Arica, de Chorrillos y Miraflores, de aquellas arremetidas brutales contra las trincheras peruanas, donde uno de cada cuatro soldados perdió una pierna, un brazo o la vida. Solo el sargento Zorobabel Zúñiga recordó, al hacer su discurso, que esta vez el ejército no atacaba como en la guerra contra el Perú, sino que se defendía. Una situación completamente distinta y desconocida”.