De cara a la gente, de espaldas al parlamento” fue la frase que orientó a Laura Rodríguez Riccomini en 1990 al asumir como diputada por el Partido Humanista en los distritos de Peñalolén y La Reina. Desestabilizó al Congreso Nacional planteando los temas tabú para la sociedad chilena de aquella época; algunos están todavía en tabla, trabando la comunión de la diversidad y restringiendo el derecho de elegir sobre la propia vida: el divorcio vincular, los derechos de la mujer, el aborto, los derechos de los pueblos originarios, de la salud y la educación pública. Promovió la no-violencia al punto de formular un proyecto de ley para cambiar el lema del escudo nacional, luchó contra la demagogia con una Ley de Responsabilidad Política que, evidentemente, no tuvo mayor apoyo de sus pares. Antes de su fallecimiento, el 18 de Julio de 1992, mientras avanzaba un cáncer incurable, debatió por los medios de comunicación sobre la muerte, la finitud de la vida, algo que, silenciado, es lo único cien por ciento seguro para todos los seres humanos. En esta edición recogemos sus columnas, conferencias e intervenciones anteriormente editadas en el libro A quien quiera escuchar (1994), un extracto del libro El virus de altura que escribió junto a Juan Chambeaux (1995), además de una selección de entrevistas en medios sobre el tema de la muerte del cuerpo como ella la concibió.