En el año 1715, el Rey Sol se transmutó en vampiro y de esta forma se convirtió en el Rey de las Tinieblas. Desde entonces, su dominio despiadado y absoluto se extiende por el reino de la Magna Vampyria: una gran federación que comprende Francia y sus reinos vasallos, congelados para siempre en el tiempo. El pueblo llano sufre bajo el yugo de hierro de un tirano que los hace vivir en el miedo y se apodera de su sangre para alimentar a la aristocracia vampírica.