La novela Saltimbanquis en la frontera se desarrolla durante los últimos años de la lucha por la independencia de Chile. Con ese telón de fondo surgen los personajes de este relato, los que sin tomar parte de esas batallas no podrán, sin embargo, sustraerse a sus rigores.
Aladino Niebla, un tallador de santos y ventrílocuo que sueña con un muñeco y un escenario en donde presentarse, encuentra a Águeda Campoherido, una muchacha realista que ignora lo que ha sucedido a su familia luego de que esta huyera de Santiago después de la batalla de Chacabuco. Águeda se propone saber el destino corrido por su familia y comienza una incesante búsqueda que pospone, aunque no por mucho tiempo, los sueños artísticos de Aladino. Juntos emprenderán un viaje que los llevará por los distintos parajes de lo que, en ese tiempo, se conocía como la frontera, convirtiéndolos en testigos de combates, muertes, locura y verbenas. Al final de ese viaje los espera una posada-burdel, un italiano, un exesclavo y otros personajes con quienes formarán una troupe de saltimbanquis con muy poca preparación en las artes escénicas cuyo empeño, sin embargo, se verá recompensado por el éxito de sus presentaciones. No lejos del escenario se encienden las últimas batallas de la “Guerra a Muerte” y chisporrotean débilmente las postreras brasas de la Inquisición.