Este libro estudia las nuevas voces y el vigor de la poesía chilena actual. Los autores seleccionados, nacidos entre los años setenta y noventa, se incluyen, según se demuestra en este análisis, dentro de dos «generaciones» de poetas (2000-2001 y 2014). A la primera pertenecen, entre otros, los «Novísimos» Héctor Hernández Montecinos, Paula Ilabaca, Pablo Paredes y Diego Ramírez; y a la segunda, los poetas de la antología Halo, como Maximiliano Andrade, Fernanda Martínez Varela o Roberto Ibáñez Ricóuz. Estos se imponen en el escenario poético chileno; sin embargo, se benefician de pocos estudios críticos. En la primera parte de esta publicación, se aborda la pertinencia de los conceptos de «juventud» y de «generaciones» para examinar el caso de estos poetas, así como de sus condiciones de emergencia y de su reconocimiento. Luego, se entra plenamente en el análisis de los textos del corpus a través del examen de la rabia como motor de creación. Finalmente, se demuestra la riqueza creativa de los poetas jóvenes, haciendo hincapié, entre otros aspectos, en la importancia del aspecto visual y los lazos que se tejen con una tradición
poética.
“No solo una obra imprescindible para el estudio de la nueva poesía chilena, sino que, en su magistralidad, rigor y amplitud, representa un aporte inestimable para la comprensión de
nuestro presente y de las equívocas señales que nos envía el porvenir”.