Alone comentó con entusiasmo la primera obra del nuevo escritor y la novela produjo un verdadero impacto en el publico y en la crítica. Era el año 1962. Durante 1964 Palazuelos colaboró con Margarita Aguirre en una hermosa pequeña antología de Nicanor Parra editada por Eudeba: La cueca larga y otros poemas. El prologo de Palazuelos es conciso, muy bien escrito, con excelente documentación. Poco tiempo después aparece Muy temprano para Santiago. Es una obra madura, de forma más clásica que la anterior novela. En sus páginas se encuentran trozos inolvidables. Entre ellos el episodio de un alumno que contempla el sol a través de una ventana de su sala de clase. Más de una vez se habló de que Palazuelos trabajaba en una selección de autores de la generación del ’60 o Novísima Generación. También pensaba publicar una serie de pequeñas antinovelas. Y hubo una antología sobre Santiago, la ciudad que de un modo u otro se le hacía presente, para una editorial chilena. Son los proyectos de quien muere a los 33 años, cuando el camino por recorrer parece que nunca fuera a terminarse. No alcanzó a dejar todo lo que hubiese dejado, pero ¿dónde se ha visto el caso de un escritor que alcance a terminar su obra? -Carlos Ruiz-Tagle Diario El Sur, Concepción, 11 julio 1969 Juan Agustín Palazuelos fue la gran promesa literaria chilena de los años ’60. Nació en Santiago, en 1936, en el seno de una familia de tradición política. Estudió Derecho en la Universidad de Chile y ganó una beca para estudiar por dos años en Estados Unidos. Allá participó en talleres literarios y regresó decidido a dejar las leyes para convertirse en escritor. Su primera obra, Según el orden del tiempo (Zig–Zag, 1962), publicada con tan sólo 26 años, recibió los elogios de los críticos del momento y autores como José Donoso, Gonzalo Drago y Nicanor Parra. Palazuelos configuró un grupo de narradores jóvenes apodados “la novísima generación” por Donoso, en oposición a la Generación del‘50. Entre ellos se encontraban Antonio Skármeta, Poli Délano, Mauricio Wacquez y Cristian Huneeus. Su segunda novela, Muy temprano para Santiago (Zig–Zag, 1965), es una obra bastante diferente a la primera: más realista y reflexiva, menos irónica, menos abultada en cuanto a referencias culturales. Palazuelos participó en el programa de escritura de la Universidad de Iowa en Estados Unidos, gracias a una beca otorgada por la Fundación Ford. Sus intenciones, sin embargo, se vieron interrumpidas a su regreso al país: una diabetes no diagnosticada le quitó la vida la madrugada del domingo 6 de julio de 1969, a los 33 años.