En "Madres mamíferas," Eva Millet analiza de manera crítica y mordaz las supuestas ventajas del apego extremo en la crianza de los hijos. Este sistema, aunque a menudo se presenta con tintes progresistas, está en realidad más alineado con los intereses de las élites y promueve una postura que, según la autora, devuelve a las mujeres a casa, alejándolas de las necesidades prácticas y sensatas de la experiencia de ser madre.
El libro plantea preguntas esenciales sobre la efectividad de la llamada crianza natural: ¿Realmente funciona? ¿Es beneficioso forzar el apego? ¿Se convierten los niños en seres extraordinarios bajo este sistema o, en realidad, todos los hijos son maravillosos para sus padres, independientemente de cómo hayan sido paridos y alimentados?
A pesar de que vivimos en el siglo XXI, un periodo que teóricamente se caracteriza por la consolidación de la igualdad de género, la crianza natural deposita toda la responsabilidad de la educación y cuidado de los hijos en las madres. Eva Millet cuestiona la necesidad de etiquetar cada aspecto de la crianza y la presión adicional que estas etiquetas imponen sobre las madres.
A lo largo del libro, Eva Millet desmonta la idealización de un sistema que, a su juicio, no necesariamente responde a los intereses de las mujeres ni de los niños. En vez de centrarse en un modelo universal y rígido, la autora aboga por una crianza más flexible, que tenga en cuenta las diversas realidades y contextos de cada familia. "Madres mamíferas" es una incisiva reflexión sobre las presiones y expectativas impuestas a las madres en nombre de una supuesta crianza ideal.
