La Celestina reúne la tradición inspirada en los modelos antiguos de caballería, y más atrás nutriéndose de los comediógrafos latinos Terencio y Plauto, logrando cristalizar el realismo característico del Renacimiento. Su fusión de épocas y estructuras literarias, la convierten en una obra indispensable en la literatura universal.
La genialidad de Fernando de Rojas consiste en mejorar la tragicomedia, al apartarse de la sociedad de sus días y atacar con fino humor los valores tradicionales. Su importancia desbordó las fronteras y ha sido traducida y estudiada en Inglaterra, Italia y Portugal, entre otros países. Más que narrar una historia, recorrida por numerosos personajes, Rojas describe con crudeza, y amparado en la búsqueda de la verdad, los laberintos psicológicos y sociológicos de su tiempo.
Los fantasmas y creencias de la Edad Media están presentes, y en los albores del Renacimiento, sobreviven las supersticiones donde los hombres confían su suerte en el amor a hechiceras, que sustentan su poder mágico en el engaño, la astucia y la artimaña oscura.