Bajo distintos contextos políticos, entre 1962 y 1982 se produjo la mayor oferta de historietas, con variados títulos por semana y múltiples circuitos de distribución. También se vivió el comienzo de su declinación, marcada por la expansión de la televisión y la crisis económica. En esta detallada reconstrucción de la historieta en Chile se avanza en tres dimensiones: la actividad editorial, los contenidos, y el debate académico y político. El funcionamiento de la industria del cómic permite un