Abelardo, un guare´n lector, debe luchar con las turbias aguas de las cloacas para descubrir la vida de los humanos, pero lo que encuentra no lo sospechaba... es la primera vez que ve un libro en su vida. —¡Que´ maravilla! —se dice a si´ mismo. Observando con fascinacio´n el libro rectangular, so´lido e imponente. Desde sus pa´ginas se desprende un delicioso aroma a aventuras frescas, que el guare´n saborea con su poderoso olfato.
Abelardo se acurruca en el suelo hipnotizado por el libro, se enrolla con su cola para abrigarse y se dispone a son~ar y a adentrarse en esos mundos ma´gicos e inigualables que esperan a los lectores dentro de cada libro, y que vivirán para siempre en sus corazones.
