Utilizando los recursos de la galería Tate Britain, Anthony Browne trabajó con un millar de niños de escuelas de zonas marginales para enseñarles a leer y escribir, y de paso hacer un libro basado en sus reacciones ante las obras de arte de las colecciones de la galería. A los niños de todas esas escuelas, que 'jugaron el juego de las formas maravillosamente (como todos los niños)', se debe en parte este libro.No posee