El propio Watanabe indica en una entrevista tras el cáncer que lo llevó a una depresión feroz: «Veía las cosas y había olvidado sus nombres. El libro me sirvió para rescatar las palabras de mi memoria. Fue un poemario que fue muy doloroso. Creo que de alguna manera el libro deja registro de lo que me costó hacerlo. Por eso el título alude al instrumento para hilar y al verbo usar».