"El cielo es azul, la tierra blanca" es una novela tremendamente poética que ejerce un sensual y magnético poder sobre el lector. La historia de amor que narra espléndida y ha sido elogiada por varios críticos literarios.
Ramón Clavijo del Diario de Jerez la describe como una de las historias de amor más bellas que ha leído en su vida, destacando su profundidad y realismo. Ángeles Caso de La Vanguardia elogia la lenta y sólida relación de los dos seres solitarios protagonistas, narrada de manera delicada y justa.
Manu González de Qué Leer destaca a la protagonista, Tsukiko, como un personaje femenino destacable en la literatura moderna, y Eugenio Fuentes de La Opinión de A Coruña la califica como "una autora de culto" que golpea al lector sin hacer ruido.
Pablo D'Ors de ABC compara la lectura de Kawakami con darse un baño de agua tibia, rindiendo homenaje a la melancolía a través de su escritura. Antonio Lozano de La Vanguardia elogia la delicadeza con la que florece la relación amorosa entre los protagonistas, desafiando convenciones.
Robert Saladrigas también de La Vanguardia destaca el poder alusivo de la escritura de Kawakami, reflejado en su misterioso relato. Además, François Simon de Le Figaro littéraire compara el relato con un viento templado a través de una mosquitera, con un encantamiento similar al de una cantinela.
La prosa de Kawakami es descrita como cristalina, construida con precisión hermosa y reticular por Ciro García del El Norte de Castilla, mientras que Pere Guixà de El País destaca la sutileza y delicadeza de la prosa, describiéndola como un viaje literariamente sugestivo.
Héctor Abad Faciolince expresa que las cosas sencillas en la obra de Kawakami son melancólicas de una manera bellamente melancólica, como el sol que derrite la nieve, sin dejar huella de ella. Finalmente, Elena Sierra del El Correo destaca el estilo de Kawakami como de una gran finura narrativa, con una delicadeza que roza la poesía, pero en la que también caben la oscuridad, el dolor y el desgarro.
