Desde el momento de su concepción, los seres humanos inician un proceso de cambio que continuará hasta que su vida se acabe. Una sola célula se divide y divide una y otra vez de una manera orquestada y organizada. Aunque cada niño nacido de este proceso es un individuo único, el desarrollo es, sin embargo, de acuerdo con un patrón ordenado, y sigue un modelo establecido por nuestra historia evolutiva. Eventualmente, nace un bebé que respira y llora, y comienza a ser influido por el mundo circundante. Los bebés crecen, se convierten en niños, en adolescentes y luego en adultos. No es hasta que el corazón deja de latir y las neuronas del cerebro dejan de disparar que nuestra historia termina. Estos patrones de desarrollo se exploran en este libro desde el punto de vista fisiológico, pero también psicosocial.