Del cruce entre la voz ritual de América, el caligrama a la manera de Apollinaire y el haiku, saltan chispas. Elssaca es uno de los adelantados en la selva del lenguaje, en nuestra selva lírica: en la amplia tarea para los poetas futuros de desbrozar y abrir caminos nuevos, que surjan del mestizaje e hibridez de lo americano, lo europeo y lo oriental.