La gran metáfora histórica de Donoso. Una brillante alegoría del poder y la rebelión.
La mansión señorial donde los Ventura, sus cónyuges y sus treinta y cinco pasan el verano, lejos de la civilización, se alza como un espejismo en medio de la llanura.
Por sus salones, pasillos, escalinatas y torreones deambulan los niños (desde Juvenal y Melania, adolescentes, hasta el pequeño Amadeo o el bello Wenceslao, travestido en niña por mandato de su madre), poblando la casa con intrigas, transgresion